De sequías a inundaciones: los dos grandes problemas

En las últimas semanas, México ha pasado de enfrentar sequías severas y desabasto de agua a padecer inundaciones en diversas regiones del territorio nacional.

Daniel Flores |Reporte Indigo |09 de Jul, 2024. Los habitantes de México viven un contraste climatológico: por meses atraviesan sequías históricas, además de desabasto de agua y el resto del año, paradójicamente, padecen de inundaciones y afectaciones en su patrimonio por el desbordamiento de ríos y presas que, hasta hace unas semanas se encontraban semi vacías o completamente secas.

Al inicio de este 2024, ciudades y municipios de todo el territorio nacional enfrentaron problemas severos por la falta del suministro del agua, situación que se agravó con el paso de los meses por los bajos niveles de presas y lagunas de la República mexicana que cada vez más les cuesta recargar agua de manera natural.

El rompimiento de los ciclos de agua, además del cambio climático pusieron en estrés hídrico a más del 80 por ciento del territorio nacional en los últimos meses, de acuerdo con reportes de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), además de las sequías prolongadas que se registraron por las altas temperaturas.

Solo en el Valle de México se rompió en dos ocasiones el récord de la temperatura más alta registrada en los últimos 20 años, mientras que en la zona norte y centro del país se rebasaron los 45 grados centígrados por varios días. A ellos se le sumó las más de diez contingencias ambientales que se activaron en la Zona Metropolitana, una cifra récord también en las dos últimas décadas.

Por ello, la situación hizo crisis en varias zonas de la República mexicana ante la escasez de agua, por lo que tuvieron que comprar pipas de agua cientos de familias que enfrentaron periodos largos de sequía y reducir el consumo de manera intermitente.

Ahora, con el inicio de la temporada de lluvias el panorama se transformó: miles de personas han padecido de inundaciones a causa del aumento de los caudales en los últimos días y la pérdida de su patrimonio por el ingreso de aguas negras.

Y son justamente las regiones del norte y centro del país las que han presentado anegaciones por las fuertes lluvias en estas últimas semanas de junio y julio, respectivamente. Esto potenciado principalmente por las filtraciones que existen en las redes de drenaje de las principales ciudades.

De acuerdo con organizaciones ambientales como Greenpeace, los suelos urbanos tienen una capacidad de infiltración nula; mientras que los agrícolas llegan a absorber hasta un 40 por ciento y los suelos naturales son capaces de regular hasta un 60 por ciento del agua.

De ahí la importancia del mantenimiento que se les brinde a los desagües de las urbes. La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) informó que más del 65 por ciento de los municipios del país han sido afectados por al menos un evento de inundación en las dos últimas décadas, por lo que urgió a mejorar las políticas públicas.

Nula captación de agua
A pesar de la cantidad de agua que cae en el territorio nacional —por medio de las lluvias y tormentas tropicales—, más del 95 por ciento no es captada de forma eficiente por autoridades y, mucho menos por los ciudadanos.

Jorge Fuentes, director de Proyectos del Consejo Consultivo del Agua, explicó en una entrevista con Reporte Índigo que las sequías e inundaciones extremas que México experimenta recientemente son consecuencia directa del cambio climático y de otros factores.

“Apenas salimos de una situación de calor con temperaturas récord y ya estamos en la temporada de lluvias, ciclones, tormentas tropicales y huracanes. Estos fenómenos se incrementan por el cambio climático. Tal como sucedió con ciclones adelantados a su temporada, como el huracán Alberto y Beryl“, afirmó.

Ante este escenario, el especialista dijo que es necesario orientar políticas públicas adecuadas para la gestión del agua en México y criticó la falta de iniciativas para captar agua de lluvia.

Y si bien, agregó, que ya existen proyectos como Isla Urbana en la Ciudad de México, señaló que es necesario expandirlos a otras ciudades y explorar mejoras adicionales, como la protección de áreas de recarga en barrancas, bosques y áreas naturales protegidas.

“Debemos adoptar un enfoque de resiliencia climática para que nuestras ciudades sean capaces de enfrentar sequías y lluvias intensas. Que los gobiernos inyecten presupuestos serios a la mejora de infraestructura hídrica. Calculamos que, solo para la zona del Valle de México, el gobierno debe destinar un aproximado de 97 millones de pesos con el fin de implementar una estrategia para la Seguridad Hídrica”, precisó Jorge Fuentes.

Lo pierden todo por desbordamientos y escasez
Miles de personas que viven en los municipios y alcaldías del Valle de México pasaron de sequías extremas a inundaciones en cuestión de días. La caída de lluvias torrenciales causaron el desbordamiento de ríos y lagunas, además del desbordamiento de las redes de drenaje.

Esto ocasionó el ingreso de aguas negras a domicilios de cientos de familias, quienes ahora se enfrentan a la pérdida de sus pertenencias y a condiciones insalubres.

Los vecinos afectados denuncian la falta de infraestructura adecuada para contener las lluvias intensas, así como una nula respuesta de las autoridades locales y federales que hacen oídos sordos a las quejas que han interpuesto.

Este diario recorrió varias colonias en el municipio de Ecatepec, en el Estado de México, una de las regiones del centro del país que más han sido afectadas por inundaciones en donde comprobó las afectaciones que padecen miles de personas.

Las marcas del nivel de aguas negras que ingresaron a las casas aún es evidente, además de los daños que se generaron a electrodomésticos, camas y muebles de todo tipo. Los muebles que se salvaron fueron subidos a tabiques y piedras en un intento desesperado para que ya no se mojen.

Brenda Álvarez, residente de una de las colonias más afectadas por las anegaciones que se presentaron en días pasados vive una pesadilla cada vez que llueve, pues el agua que ingresa a su hogar alcanza hasta los 30 centímetros, además de lidiar con el olor que se desprende por el drenaje.

“No solo perdimos muebles y electrodomésticos, sino también la tranquilidad. Cada vez que llueve, vivimos con el miedo de que nuestras casas se llenen de agua sucia del drenaje principalmente”, sostiene.

El desazolve de aguas negras también ha sido un punto de conflicto entre los vecinos que viven en los alrededores de estas colonias, pues los estrechos pasillos que unen a varios condominios ha generado que las personas inunden otros inmuebles en un intento por drenar el agua que se les metió.

La respuesta de las autoridades ha sido nula, de acuerdo con los residentes, quienes aseguran que han solicitado en varias ocasiones abordar este problema de manera inmediata, sin obtener una respuesta favorable.

Consumen agua contaminada
A este problema se suma el desabasto de agua que padecen desde hace años. De acuerdo con los vecinos de diversas casas afectadas , una vez por semana se les suministra agua que viene contaminada y con heces fecales, según han podido comprobar de acuerdo con muestras que han enviado a laboratorios.

“El agua que nos cae una vez a la semana viene amarilla y huele a drenaje. Hemos optado por ponerle una pastilla de cloro para poder usarla, pues no tenemos de otra y la necesitamos porque el agua de la pipa que compramos no nos alcanza”, sostuvo Brenda.

El rezago en infraestructura
Enrique Castelán Crespo, presidente y coordinador general del Consejo Internacional de Recursos Naturales y Vida Silvestre, detalló que, a pesar de que la comunidad académica advirtió de una mayor frecuencia en fenómenos meteorológicos extremos como las sequías y los huracanes, las autoridades poco han hecho en esta materia.

“El desarrollo de infraestructura hidráulica para el abastecimiento de agua siempre ha estado rezagado en comparación con el crecimiento de los asentamientos humanos. Esto se explica por la carencia de sistemas de planeación urbana efectivos. Los asentamientos humanos crecen con un alto grado de informalidad y desorden”, explicó.

Especialistas consultados por este diario coincidieron de una falta de inversión histórica en infraestructura y mantenimiento de las redes del drenaje, así como en programas para eficientar el uso y manejo del agua en México. Foto: Especial
Ante este panorama, Castelán hizo un llamado a todos los niveles del gobierno a planificar mejor el crecimiento poblacional que se vive en los últimos años, pues de lo contrario, este tipo de fenómenos seguirán en aumento y con costos cada vez mayores.

“Actualmente existe conocimiento y evidencia suficiente para saber en donde los fenómenos de sequía o inundaciones tendrán mayor impacto, en consecuencia, la ocupación del territorio se debe planear considerando criterios de cambio climático”, precisó.

‘El resultado de malas decisiones’
Rocío Cruz, del colectivo “Controla Tu Gobierno, Semillero de mujeres defensoras de nuestros territorios” sostuvo que se han priorizado los intereses privados por encima del medio ambiente, lo que ha ocasionado que este tipo de fenómenos se presenten con mayor intensidad.

“La mala planeación, obras públicas mal ejecutadas, como plantas de tratamiento de aguas residuales sin terminar, además de no tomar en cuenta particularidades de los territorios, han profundizando estas desigualdades, porque curiosamente estas zonas que están sufriendo más gravemente los efectos del cambio climático son las regiones, los pueblos y territorios históricamente más vulnerados”, respondió.

Incluso, hizo énfasis que el problema de falta de acceso al agua no corresponde necesariamente a las tuberías o contenedores, pues se debe a un tema mayor debido a que las redes del suministro se han fragmentado o se encuentran en abandono total.

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